A través del mensaje telefónico me llega la voz de Pablo Pedrosa ( Lugo 2002 ), diciendo que se crió «en el Barrio de la Piringalla hasta los 16 años», edad en la cual «se fue a vivir en la costa hasta el 2023», en que retornó a su ciudad natal.

Comenzó sus prácticas pugilísticas el pasado mes de junio, según comenta el joven boxeador del Piña Team Boxing Club, a la par que confiesa «que antes yo llevaba una vida de excesos, muchas fiestas, poco ordenada y al ponerme a entrenar me fue apartando un poco de todo eso». Cuenta que, más o menos a los 2 meses de comenzar los entrenamientos «me fui dando cuenta de que quería tomarlo un poquito más en serio, y empezar a competir».

Y así fue que, tras varios meses de tenaz entrenamiento y preparación, se propuso subir las escalerillas del cuadrilátero «y debuté con triunfo en marzo, quedando muy contento y agradecido al Piña por su trabajo», labor que siguió dando frutos al comenzar a laurear su palmarés con una medalla de bronce «en el Torneo Internacional de Oporto donde gané en cuartos y perdí en semifinales, lo que me supuso el tercer puesto del podio portugués».

El próximo sábado día 27 abril, habrá velada de homenaje a Miki Sánchez en el Pabellón Daniel Cordido, y ahí, en La Piringalla, el feudo de crianza infantojuvenil del ya laureado guerrero Pablo Pedrosa, le surge una nueva ocasión para que este ídolo local en ciernes, vuelva a opositar al triunfo ante un rival, «al que no conozco, pero bueno el combate me lo tomo como un pasito más para acercarme a mis objetivos, que a corto plazo, son los campeonatos gallegos de este año, y ganarlos si puede ser».

Para ello se encuentra trabajando bajo la dirección técnica de Alberto Piñeiro, al que agradece esta nueva oportunidad sobre la que declara sentirse «encantado de que sea en el barrio en el que me crié, y en esa misma zona en la que yo viví prácticamente toda mi vida, y orgulloso de poder representar a mi gimnasio el Team Piña, y además en el homenaje a Miki Sánchez, que es una de las grandes figuras de Lugo, tanto él como El Piña, yo creo que son las figuras más destacables de aquí».

Y para concluir, este nuevo valor de la cantera lucense asegura que «mi carrera como boxeador todavía está arrancando, pero espero sea el inicio de una gran etapa en mi vida, para eso seguimos trabajando día a día con ilusión, con ganas y poquito a poco. Roma no se construyó en dos días. Pues esto es igual, hay que darle trabajo, cariño, paciencia, pero sobre todo trabajo».

Y, a mayores, echa mano del tradicional posdata para enviar un mensaje de obligada gratitud «al Piña y a su gimnasio el Team Piña, y muy agradecido al Boxeo por, bueno, pues por hacerme un poco enderezar mi cabeza hacía un estilo de vida más saludable».

Pablo Pedrosa, Bronce en el T.I. Oporto. Miki Sánchez, Plata de España con la selección de Galicia

Hoover Giraldo ( Colombia 1999 ), es discípulo de Alberto «El Piña» en las instalaciones que el Team Piña Boxing Club tiene en la Rúa da Industria del Polígono de O Ceao en Lugo.

Con tan solo 13 años lo trajeron a España para afincarse inicialmente en Orense. El propio Giraldo nos lo cuenta: «llegue a España hace 12 años, soy del 1999, y me llevo ganando la vida  desde los 17 con un poco de todo desde camarero, trabajando en fábricas, de repartidor. Pero bueno si se me da la oportunidad ( ya que estoy trabajando en ello ), quiero opositar para bombero».

El polivalente joven colombiano me dice que durante su adolescencia, «a los 17 años empecé a boxear en Ourense, pero por unos problemas personales tuve que venir a Lugo y lo acabé dejando desde los 18 hasta los 22». El boxeo es un deporte de contacto que puedes elegir o no, pero crea afición. Hoover, lo echaba en falta y decidió «volver a entrenar porque necesitaba ponerle orden a mi vida y la verdad es que para mí el boxeo, desde que empecé, siempre  fue  mi refugio».

El caso de Giraldo confirma que, en ocasiones, la práctica de la disciplina boxística puede ayudar a superar las dificultades contra las que la vida te obliga a luchar día tras día. «No me encontraba muy bien en esa época, entonces decidí volver pensando que me ayudaría y así fue. Cuando me vi solo en el mundo el boxeo fue lo que me ayudó para seguir adelante. Me empecé a notar más estable, en mejor condición física, con más energía, eran todo beneficios».

Confiesa que en Lugo, y por añadidura dentro del acogedor entorno del Team Piña Boxing Club, «tuve la grandísima suerte de encontrarme con Piña como entrenador, el cual desde un principio me acogió de una manera estupenda y preocupándose siempre de que hiciera bien las cosas, la verdad es que le estoy muy agradecido».

Le pido cuente a grandes rasgos su periplo sobre el cuadrilátero y responde que de momento, «aún estoy empezando entonces no tengo gran cosa que contar sobre triunfos y trofeos, vamos a ir pasito a pasito y consiguiendo objetivos a corto plazo para llegar lo más lejos posible. Llevo 3 combates».

Añade que no sabe quién será su oponente el sábado 27 en el Daniel Cordido de La Piringalla, «no sé contra quién, algo me comentó Piña pero no sé ni su nombre ni su estilo ni nada sobre él. Y bueno preferí centrarme en mí, en los fallos que tenía que corregir y en lo que podía mejorar para alcanzar la victoria, pero seguro que mi oponente es un buen boxeador también y vamos a dar un buen espectáculo».

A mayores me comenta que, con Miki Sánchez, «solo tuve la oportunidad de estar un par de veces y la verdad es que me hubiera gustado verlo competir, me parece una persona muy sabia y que sabe transmitir muy bien todo lo que dice, se merece este homenaje y mucho más».

Y para poner epílogo a sus reflexiones y expectativas, Hoover Giraldo, insiste en escribir que: «Lo que si que me gustaría resaltar es la mejoría personal que he tenido desde que volví a boxear hasta el día de hoy, muchas veces pensamos que estamos perdidos y siempre pero siempre podemos dar un poco más de nosotros mismos».

El discípulo de Piña, Hoover Giraldo, será un gran aliciente para el evento boxístico del sábado 27

Alejandro «Sito» Simón ( A Coruña 1992 ), forma parte de la Armada Española desde los 21 años, desarrollando en la actualidad el empleo de Suboficial con rango de Sargento.

Con 16 años, el joven con inquietudes deportivas al que su entorno próximo conce como «Sito», entró en contacto con el boxeo y . . . «empecé a entrenar bajo la dirección técnica de Robin en las instalaciones del pabellón municipal». Tiempos de poca actividad para el noble arte eran aquellos en los que el joven coruñés comenzó a enfundarse los guantes, «puesto que no había tanto movimiento como lo hay ahora, ni tantas veladas, estaba todo mucho más parado».

Aunque su perseverancia y las enseñanzas de su entrenador, Robin, «lograron que debutara a los 19 años». Luego llegó el zafarrancho de combate «y fueron 8 los años de obligada abstinencia con los guantes». Algunas de las singladuras marítimas registradas en su particular cuaderno de bitácora marcan hasta «10 meses de periodo de navegación, como por ejemplo el año pasado». Es el obligado deber de su empleo, puesto que, «suelo pasar muchísimo tiempo fuera de casa, así que cuando tengo tiempo de estar en casa me gusta entrenar, y si sale la oportunidad de hacer algún combate, pues ahí vamos».

Alternando el levar anclas con arribadas a puerto, el irredente boxeador herculino no deja pasar cualquier oportunidad de subir al cuadrilátero, y así, el próximo sábado día 27 disputará su duodécimo pleito boxístico frente a Adrián Molina del gimnasio organizador del evento, el Team Piña Boxing Club, de la Ciudad Amurallada de Lugo.

Y como suele ser habitual, lo hará bajo la batuta de Robin al que, «cuando empecé a entrenar tenía como entrenador», y quien, «a día de hoy me sigue aguantando». Al experimentado preparador del pabellón herculino se le han unido dos fenomenales técnicos como «Luis y Pablo, que eran mis compañeros de gimnasio, y con el tiempo, se han convertido en mis entrenadores, y el haberlos conocido como compañeros ayuda mucho, por cuanto a día de hoy y ya como entrenadores, continuamos manteniendo la confianza adquirida desde hace tanto tiempo».

El jovén suboficial de la Armada me pone al corriente sobre un nuevo compromiso pugilístico «que tengo el próximo sábado 27, ya que estaré compitiendo en Lugo con la velada homenaje a Miki Sánchez y la verdad que es un gran orgullo que hayan contado con nosotros para este evento que estoy seguro de que va a ser un buen espectáculo».

Asimismo, el discípulo de la Escuela de Boxeo Atlántico Brabox 76, me explica y pone en antecedentes sobre Adrián Molina, «que será mi rival. Lo he visto boxear hace mucho tiempo con un compañero del gimnasio, creo que tiene muy buena pegada, con lo que tendré que andarme con ojo si no quiero que me coja con esas manos».

Y pone punto final a sus expectativas sobre el evento lucense comentando que «poco más puedo decir la verdad, espero que la lid sea un buen espectáculo», aunque añade que tiene esperanza «en un futuro cercano, pues tengo puesta la vista en los campeonatos gallegos a finales del mes que viene, siempre y cuando, el trabajo me lo permita».

Sito Simón versus Adri Molina, un interesante aliciente para la velada-homenaje a Miki Sánchez