¡ MONCHO MIRAS: PESCADOR DE RELAJACIÓN / POR SUSANA GÜIMIL !

Opinión / Por Susana Güimil.

¡ Holaaa !, os comentaré que una cosa que le encanta hacer a José Ramón Miras Lago es ir al mar a pescar, uno de sus lugares favoritos son los Castros de Baroña, le relaja estar mirando al mar y se puede pasar un día entero mirando para él.

También deciros que una de sus comidas favoritas es O pulpo a feira, y le encanta cocinar ( lo hace mejor que yo… jajajajaja).

Moncho Miras en CastroBaroña, relajándose frente al mar

Moncho Miras en Castros de Baroña, relajándose frente al mar. Archivo Susana Güimil.

Él realizó sus estudios primarios en el CEIP Barouta que es donde estudia ahora nuestro hijo Aarón, después fue para el Instituto de Bertamiráns y los acabó compaginando con su primer trabajo en la carpintería Os Petos (eso fue en el año 2001 que fue cuando comenzó nuestra relación ). Ahora lleva ya muchos años trabajando en A.G.M., una empresa de control de plagas situada en la localidad del Milladoiro.

Una anécdota ….. no sé, hace 16 años que somos pareja ( media vida ) y decirte que Moncho es una persona centrada en lo que le gusta y para él, el boxeo no es un deporte más, es parte de su vida, lo vive y lo ama. Se pasa horas viendo vídeos de combates en el móvil, incluso sueña con él. Contarte que hace unos años, trabajando en la misma empresa en la que está ahora, iba con mi padre en la furgoneta. Habían madrugado mucho y Moncho iba durmiendo en el asiento del acompañante. Cuando llevaba un rato con los ojos cerrados se puso a soltar directos mientras seguía durmiendo y mi padre se empezó a reír muchísimo. Lo mejor de todo es que le pasa muchas veces mientras duerme, sobre todo cuando se acerca algún combate

Mi esposo Moncho, Javier Castillejo y yo, en Parla.

Mi esposo Moncho y yo, durante la visita que hicimos a Javier Castillejo en su gimnasio de Parla. Archivo Susana Güimil.

Otra anécdota fue en el gimnasio que tenía Javier Castillejo en Parla. En un viaje que realizamos me preguntó si me importaba que nos desviáramos » un poco » y nos acercáramos a verlo. Tuvimos la buena suerte de que estaba él dentro dando una clase. Nosotros nos acercamos a saludarlo, nada más. Le comentamos que veníamos de Galicia y cuál fue nuestra sorpresa….. nos dijo que después del viaje que habíamos hecho no nos podíamos ir sin que Moncho hiciera un entrenamiento con Javi Castillejo. Le dio una clase completa, le dejó guantes, vendas …… incluso la vestimenta de su hijo. Hizo manoplas con él y cuando nos fuimos, la cara de felicidad que tenía Moncho ….. valió la pena los kilómetros de más que hicimos.

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