A la edad de venticinco años Felipe Rodríguez Piñeiro – alias Pantera – se despertó en Pontevedra de un sueño que había iniciado unos años antes en Vilaxoán: Reinar en el boxeo.
De dinastía le venía la querencia por el noble arte a aquel reacio aprendiz de marinero que arribó a las orillas del Ebro, y más tarde a la ribera del Manzanares en Madrid. Su anhelo de curtirse con los guantes de cuero rellenos de crin, que su tío se enfundó entre mareas y atraques en la ría de Arousa, pronto surtió efecto.
Esos guantes se acostumbraron al ir y venir de los puños del contumaz Felipe sobre la anatomía de sus oponentes, consiguiendo que los técnicos boxísticos se percataran de su talento. Como amateur consiguió ser Campeón de España en dos ocasiones y formar parte de la Selección Nacional de boxeo.
Ávido de gloria, se pasó al campo profesional donde nunca boxeó en su peso natural – el semipesado – porque consciente de que más dinero y gloria otorgaba la máxima división, eligió hacer su carrera en el peso pesado.
Y aquel día 6 junio de 1978, una sensación de euforia que parecía hacerle flotar sobre el aire, unida a la emoción de escuchar el estruendo de mil voces coreando su nombre, hizo que se despertara hallándose a hombros de unos admiradores que lo paseaban sobre el cuadrilátero de la ciudad que baña el río Lérez, aclamándole como nuevo Campeón de España de una división sobre la que habían sentado sus reales los legendarios Paulino Uzcudun, Benito Canal o José Manuel Urtain.
Felipe «Pantera » Rodríguez había conseguido reinar al arrebatar la corona – por ko técnico – al campeón tinerfeño Fermín Hernández, y lo seguiría haciendo hasta el año 1987 en que, al igual que el sargento Daniel Dravot – a quien Rudyar Kipling describió como «El hombre que pudo reinar» – se retiró llevandose ceñida la corona.
Hasta en 9 ocasiones lo intentaron – sin conseguirlo – retadores de la talla de Benito Escriche, Alfredo Evangelista (2), Francisco Friol, Avenamar Peralta (2), Victor Varón y Antxon Iraeta (2).
Desde entonces, y que yo sepa, no recuerdo haber oido mencionar a ningún peso pesado español que haya logrado igualar sus hazañas.

Pantera, Edu Carreira, Chato Vázquez y Julio Cesar Vidal. Foto J.C. Vidal.
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