Pedro Juan Carrasco García ( Alosno/Huelva 1943 – Madrid 2001 ) fue otro de los más grandes campeones del Mundo habidos en España sobre los que se fraguó y cimentó la mejor época del boxeo patrio de todos los tiempos.
Durante los años de oro transcurridos entre 1965 a 1979 coincidieron dentro del boxeo el mayor número de leyendas boxísticas de la historia escrita con los nombres de Pedro Carrasco, Miguel Velázquez, José Durán, Perico Fernández, Uco Lastra o José Legra, y eso citando en primer lugar a los que reinaron a nivel mundial.
A mayores hay que recordar a los boxeadores españoles que llegaron a monarcas europeos y que, además, dispusieron de una oportunidad mundial, como el cordobés Toni Ortiz que fue derrotado por Bruno Arcari en Italia con la corona super ligero en juego; José Hernández el catalán que hizo combate nulo ante Carmelo Bossi en Madrid por el mundial super welter; el almeriense Juan Francisco Rodríguez quien se encontró con el invicto mejicano Carlos Zárate en su intento de alcanzar el mundial del peso gallo, o Alfredo Evangelista, el uruguayo nacionalizado español que obtuvo el privilegio de disputar el mundial al Más Grande Cassius Clay y a Larry Holmes.
Otros campeones de Europa coincidentes en ese periodo fueron el madrileño Manuel Calvo Fernández; Agustín Senin, el Tigre de Irala que se retiró invicto ( y «a la francesa») tras 43 combates y 3 coronas europeas del peso gallo; el manchego Nino Jimenez, el asturiano Gitano Jimenez y su paisano José Ramón Gomez Fouz, y el chicharrero Juan Albornoz » Sombrita «. También fue coetáneo de ese tiempo otro fenómeno de los guantes como el tinerfeño Barrera Corpas, quien ( sin haber pasado por el entorchado europeo ) disputó 2 títulos mundiales ante el intocable Nicolino Loche en Argentina y frente Bruno Arcari en Italia. A la vista de lo expuesto puedo asegurar que no hubo antes, y posiblemente no volverá repetirse después, tal presencia de verdaderas estrellas del cuadrilátero juntas durante tan prolífica época.

Dos campeones de boxeo Carrasco y Velazquez, flanquean a Matilla, un campeón de la información boxística.
Y retomando la semblanza sobre el campeón que hoy me ocupa, comentar que la familia Carrasco García, emigró a Brasil y fue en el país sudamericano donde su vástago Pedro Juan se inició como boxeador aficionado, aunque con la inicial oposición paterna.
Con 19 años aparece en Italia debutando como profesional. Durante su etapa en el país alpino se acercó en seis ocasiones a España, venciendo en todos sus enfrentamientos. Con el tiempo se afincó en España, donde desarrolló más de la mitad de su carrera pugilística alcanzando los entorchados europeos y mundial de un exitoso periplo como boxeador profesional preñado de 106 triunfos, 3 derrotas y 2 nulos que le reportaron 7 Cinturones de Europa y uno Mundial del WBC. Se mantuvo invicto en 100 combates seguidos desde marzo de 1964 hasta febrero de 1972. Posiblemente, todo un récord dentro del boxeo mundial.
La primera oportunidad europea le llegó cuando llevaba conseguidas 56 vitorias ( entre las que proliferan los resultados antes del límite ) de los 57 combates que había disputado, entre otros, ante púgiles de la categoría del italiano Aldo Pravisani, el tinerfeño Miguel Calderin «Kimbo», el francés Rene Roque, el levantino Ricardo Navarro, el aragonés Benito Gallardo o el zamorano Angel Neches Palacios. Y esta inicial aspiración europea se hizo realidad en Las Ventas de Madrid en junio de 1967. El campeón era el invicto danes Borge Krogh, quien había alcanzado la corona europea del peso ligero al vencer a los puntos en Copenhague al francés Maurice Tavant. El pupilo del influyente Renzo Casadei se convirtió en el nuevo campeón de Europa del peso ligero al vencer al rubio danes por ko técnico en el octavo episodio de su combate.
Continúa su etapa triunfal volviendo a derrotar a Pravisani, y entre otros a Levy , Salami, Brondi o Paul Rourre y concede una oportunidad europea al gran canario Cayetano Ojeda Herrera, un excepcional boxeador que acaparó 16 entorchados nacionales del pluma y ligero en las 22 ocasiones en que disputó esos títulos de España durante su carrera compuesta por más de cien combates profesionales. El sordomudo púgil gran canario conocido por Kid Tano, alcanzaba así, su segunda oportunidad de reinar en Europa, puesto que 3 años antes lo había intentado en vano ante Franco Brondi en Italia. El marino de los puños de oro ( como se le conoce a Pedro Carrasco a raíz de protagonizar junto a Sonia Bruno, Antonio Garisa y Andrés Pajares la película del mismo título ) se impuso al pupilo de Manuel Santacruz » Palenke» por ko en el octavo asalto del combate celebrado en el palacio de deportes madrileño.
Persiste en su recopilación de victorias al mismo tiempo que, en apenas 40 días, expone y retiene su título europeo en 2 ocasiones venciendo por ko técnico a Bruno Melissano en Barcelona y en Valencia a Olli Maeki por puntos. Suma 3 victorias por la vía rápida y vuelve a conservar su entorchado europeo ante el noruego Tore Magnussen al que derrota por ko técnico en Barcelona. Y después de 2 nuevas victorias por ko frente a Ould Makloufi en Málaga y Klaus Jacoby en el Gran Price barcelonés comienza el protocolo y organización del más esperado combate de todos los tiempos: Pedro Juan Carrasco García frente a Miguel Tomás Velazquez Torres.
Ya he comentado todo lo que para mí supuso este combate en la reseña que hace tiempo hice sobre el fenomenal púgil tinerfeño Miguel Velazquez. No quiero cambiar ni una coma de lo que entonces escribí y por tanto lo que sigue es un copiar y pegar del texto que acompaña la anterior reseña boxística.
Era el verano del 69, y el país se hallaba expectante y boxísticamente dividido entre dos de los mejores púgiles españoles de la historia que iban a protagonizar el más célebre enfrentamiento cainita habido entre las antiguas 12 cuerdas de los cuadriláteros patrios.
En un rincón el campeón Carrasco con 75 combates 1 derrota y 42 ko y el todopoderoso Renzo Casadei en la esquina. En el rincón de enfrente el aspirante Velázquez con un inmaculado récord de 33 combates y 14 ko y el inefable Pampito Rodríguez en su esquina. En el centro, designado juez-árbitro único por la FEB ( influenciada, a su vez, por el astuto Casadei que fue el único y enconado enemigo que el tinerfeño tuvo en el boxeo ) el catalán Fernando Perotti.
El encuentro extraordinario, inolvidable, deportivo, épico, cargado del dramatismo indisoluble que acompaña todo combate de dos grandes boxeadores en los que confluyen técnica, agresividad y voluntad de victoria, pasó a los anales como el mejor enfrentamiento de la historia entre dos púgiles hispanos con rango mundial.
Y como era de esperar en todos los grandes grandes acontecimientos que se precien, la polémica también fue protagonista. El señor Perotti concedió un punto de ventaja para el campeón al final de los 15 asaltos y abrió el grifo de los ríos de tinta que discurrieron por las páginas de los periódicos nacionales durante los días posteriores al gran espectáculo. Del debate entre los aficionados de uno y otro boxeador no conozco el resultado.
Mi perspectiva: Carrasco no ganó la lid, y la lección magistral que impartió Velázquez, debería ser asignatura obligada en todos los gimnasio y escuelas de boxeo del mundo. Como tituló la prensa deportiva: solo había un Cinturón para dos Campeones.

La izquierda de Velazquez impacta en el rostro de Carrasco. Al fondo el árbitro único del combate Fernado Perotti. foto archivo Miguel Velazquez.
Después de este gran combate, cada uno de estos dos excepcionales boxeadores continuó con la magistral carrera que les llevó a lo más alto del boxeo mundial. Pedro Carrasco siguió aumentando su registro a base de triunfos ante los mejores boxeadores del momento como Paul Rourre, el maravilloso trotamundos cubano Ángel Robinson García, el británico Vic Andreetti, los italianos Giacomo Gulino, Massimo Consolatti y Pietro Vargellini, el estadounidense Victor Baerga, el portugués Carlos Almeida, el venezolano Luis Vallejo, o el gran pegador ganes Joe Tetteh que consiguió hacer nulo con Carrasco en el primero de sus dos combates.
En mayo de 1971 vuelve a disputar un nuevo título de Europa, esta vez del superligero, ante el francés Rene Roque al que arrebata el entorchado venciendo en el Palacio de los Deportes de Madrid por puntos al cabo de los 15 asaltos.
En noviembre de ese mismo año se escenifica en Madrid el primer acto de una épica trilogía habida entre el manito californiano Armando Ramos y el andaluz Pedro Carrasco. Los 3 combates estuvieron envueltos en la polémica, amen de la gran lucha con fuertes intercambios de golpes entre ambos grandes boxeadores.

Primer acto de la trilogía Pedro Carrasco – Mando Ramos. El árbitro nigeriano Samuel Odubote proclama vencedor a Carrasco. foto web