Fernando Castro Rey ( Coruña 1949 ) fue un destacado boxeador nacido en el popular barrio herculino de La Silva de Arriba.

Empresario de Chapa y Pintura del automóvil junto con su hermano José «Marculeta» hasta su jubilación; y de la hostelería, con la apertura de un Camping en Gandario, que la familia sigue regentando en al actualidad.

Ejerció además, de promotor ocasional de veladas de boxeo. Precisamente, el propio Fernando, ganó la subasta de uno de los campeonatos por el título español entre Pantera Rodríguez y Alfredo Evangelista. 

Una velada de boxeo, a la que asistió acompañado por su progenitor, le hizo sentir el gusanillo del boxeo y se presentó en el gimnasio del Frente de Juventudes solicitando permiso para entrenar. Allí impartía magisterio boxístico el reconocido entrenador don José Vidal, quien por aquella época tenía como pupilos, entre otros, a Casal y Barral.

Con el tiempo, debutó como amateur, y pasó al Centro Deportivo Santa Lucía bajo las órdenes de otro emblemático maestro herculino: Carlos Anaya. Como aficionado, disputó combates con oponentes de la talla de Fausto, Severo García, Julio César Vidal y otros.

También formó parte del cartel de una velada de 1968 en la que el combate de fondo concluyó con el triunfo de Barral frente al campeón nacional Rodolfo García, en el que sería el último combate profesional disputado en la comarca de Valdeorras. En ese evento, el zurdo boxeador de la Silva de Arriba, tuvo como oponente al subcampeón nacional aficionado Francisco López.

«El zurdo que Boxea», como le definió mi otrora entrenador entrenador Carlos Anaya, formó parte de la selección gallega que acudió a los campeonatos de España en Barcelona, donde una lesión en la mano le impidió su paso a la segunda ronda.

Y además, fue internacional con el equipo gallego que se enfrentó con la selección portuguesa, a doble vuelta en Oporto y Coruña, donde tuvo como oponente al campeón portugués Mario Lino.

Con su paso al profesionalismo en 1970, se enfrentó a boxeadores de la talla del campeón nacional Marianin García, al también zurdo Guillermo Pérez, y a los madrileños José Broncano y José Gallego, a este último, en dos ocasiones.

Hasta que, siguiendo el consejo de su entrenador Francisco Beltrán, que veía que la antigua lesión en su mano no le permitía desarrollar tan dura profesión, decidió retirarse.

Sábado 14. La púgil cántabra Sara Romaña Puente, peso gallo, perdió en decisión dividida ante Claudie Tothova. Lid muy igualada, que pudo inclinarse para cualquier rincón, en la que la española ofició buenas maneras. En categoría Masculina el castellano-leonés Oier Ibarreche Conde, tampoco pudo conseguir el triunfo ante el moldavo Vitalie Prisacaru. El representante español boxeó a la contra, con buena precisión pero poca alternativa, frente a la iniciativa continuada del rival, que fue por la que se decantaron los jueces.

Domingo 15. El valenciano Sergio Martínez Martínez, dentro de la división superwelter, consiguió la primera victoria para el equipo español, al imponerse al polaco Mateusz Urban. El miércoles se jugará su pase hacia la senda de las medallas frente al búlgaro Emirdzhan Mehmed. En jornada matutina, el canario Francisco Javier Mejías fue derrotado por el ruso Mikhail Usov. Muy buen combate del español que, quizá, fue acreedor de un mejor resultado.

Lunes 16. En la tarde de hoy, y dentro de la división -64 kilos, el andaluz Rafael Acosta Heredia se impuso de principio a fin del combate al kosovar Berisha Qlirim. La decisión unánime de los jueces dio fe del dominio ejercido por seleccionado español. Dentro de la categoría femenina, y en menos de 48 kilos, la mejor técnica e iniciativa de la andaluza Carmen González Ortega se impuso con toda justicia a la lituana Dija Bajalyte. Estiloso combate de la representante española que supo controlar la lid con solvencia. La jienense entra en la historia como la primera boxeadora que alcanza una medalla europea en Categoría Femenina. Dentro de la división Mosca el madrileño Juan Pantoja Moreno, se impuso en decisión dividida al ruso Nikita Kosman. Larguirucho con gran envergadura y zocato, el soviético puso la distancia e iniciativa para complicar el triunfo del español en un igualadísimo combate que pudo decantarse hacia cualquier boxeador.

Anoche, la madrileña Miriam Gutiérrez, puso todo su tenacidad y espíritu de combate para intentar lograr un hito histórico ante la irlandesa Katie Taylor. Pero no fue posible.

La púgil británica demostró ser una leyenda viva del boxeo en el legendario Wembley Arena, y derrotó a la Reina en un combate, en el que el Boxeo pagó tributo a la entrega y honradez profesional de la boxeadora de Torrejón de Ardoz.

Creo que pasará mucho tiempo antes de que vuelva a surgir una boxeadora que se aproxime a la inteligencia, el inigualable sentido de la distancia, la rapidez y la ortodoxia boxística que atesora la irlandesa. Por eso, la pupila de Jero García debe sentirse orgullosa y guardar como oro en paño, para sus nietos, el recuerdo de haberse hecho acreedora de enfrentarse a la mejor boxeadora que ha habido hasta el momento.

El combate fue dominado por la campeona mundial que, en un lance de inimitable perfección boxística, hizo poner rodilla en lona a la madrileña al final del cuarto asalto. Al final de la lid, la decisión de los jueces fue unánime.

En el mundial del superpluma la británica Terry Harper se impuso, por ko técnico en el noveno asalto, a la noruega residente en el levante español, Katharina Thanderz.

En uno título WBC interino de la división gallo, se enfrentaron la británica Rachel Ball y la argentina Jorgelina Guanini, quien no dió el peso reglamentario. El triunfo se quedó en casa, por decisión unánime de los jueces-árbitros.

Para algunos campeones mundiales como James Braddock o James Douglas, la prensa de la época inventó el apelativo de campeones cenicientas por haber conseguido el título contra todo pronóstico. Nada más lejos de la manida versión cuentista, tanto Jimmy como Buster, vencieron con todo merecimiento a Baer y Tyson, y fueron auténticos campeones.

Otro tanto puede suceder esta noche en el combate por el título universal del boxeo mundial entre la irlandesa Katie Taylor y la española Miriam Gutiérrez. La tarea de la boxeadora madrileña se antoja ardua y peliaguda. Pero en el caso de que la Reina alcance el triunfo, me importará un comino que los medios la distingan como la campeona cenicienta del boxeo femenino. Habrá ganado, y por lo tanto, será justa y grande Campeona.

Reitero que el objetivo se antoja distante, pero a Mirian Gutiérrez, ese objetivo no se lo ha puesto el ayuntamiento, se lo ha ganado por los méritos propios que le acreditan como Campeona de Europa y como invicta primera clasificada en el escalafón de la WBA.

Todos conocemos y respetamos el nivel boxístico de la irlandesa. Pero el boxeo es un deporte individual donde sólo los puños de cada competidora pueden decidir la lid. Y los puños de Miriam Gutiérrez Parra, caminan casi a la par de los de la británica, ya que han mantenido su imbatibilidad en 13 justas boxísticas, de las que 5 han terminado con la oponente en tierra, lo que deja entrever la potencia en los estribos de sus guantes.

Además, y como la esperanza es lo último que se debe perder, vamos a confiar en que esta noche, los puños con explosiva hambre de gloria y manejados por la tenacidad de la española, alcancen la anatomía de la irlandesa para que, la Reina surgida de Torrejón de Ardoz, pueda cumplir el sueño de reinar en la división de todas las boxeadoras del peso ligero mundial.

En los albores pandémicos escribí una nota en la que comentaba el posible debut de Charly » The Spartan» López en Goian. En ella, hacía referencia a el protocolo de organización de un trío de veladas de boxeo programadas para ese mes de marzo en Galicia, dos de ellas se disputarían en Goián y Marín, y la tercera en Ribeira. El virus-19 tumbó en la lona el trío de eventos.

El sábado día 21 marcará el Comezo da Lenda en a Coruña porque, «las instalaciones deportivas de nuestra comarca, están cerradas por la alerta roja, y la única posibilidad de realizar la velada era trasladandola, y eso hemos decidido». Como me comentó, hoy mismo, el propio Charly López, quien añadió que espera «llegar a buen acuerdo con el proceso iniciado para ofrecer el evento por PPV». De llevarlo a cabo, la organización se merecerá salir a hombros por la puerta grande.

Lo que sí cuenta este interesante proyecto es con 3 enfrentamientos, que, dada la potencia, la técnica y la explosividad de sus protagonistas, se presentan como sobresalientes lides boxísticas dentro del panorama nacional amateur. Reunir sobre el mismo cuadrilátero el dramatismo, la adrenalina y la épica que destilan enfrentamientos como el de Olmo de Paz ante Aram Cruz; o el de Martín «Garrote» García contra Aarón González; y el de los colosos «Nono» Jiménez versus «Dinamita» Álvarez, es impagable.

Uno de los protagonistas de la noche, Martín García Blanco, se ha prestado a comentar sus impresiones sobre su combate. El prometedor púgil apodado «Garrote», me comenta que en primer lugar «quería darle la enhorabuena a Charly López, por su debut en profesional y desearle todo lo mejor». Y añadió que se encuentra «muy ilusionado y con muchas ganas, ya que por esta situación que estamos viviendo, llevo mucho tiempo sin competir. Subir al ring en un combate oficial con Aarón González es una gran motivación puesto que es un rival con una larga trayectoria. Sé que no va a ser un combate fácil y por ello, sé que lo voy a disfrutar y que me aportará otra experiencia para seguir poco a poco creciendo».

Habrá otro combate profesional que protagonizará el super-welter madrileño Aaron Alhambra, que llega imbatido en 7 combates con 2 de ellos antes del límite. Conforme se vayan produciendo novedades sobre el espectacular evento, os las haré llegar. Siempre y cuando, la tecnología de WordPress no continúe incordiando el funcionamiento rutinario del blog boxeodemedianoche.