¡ DE NUEVO LA VOZ DE GALICIA SE HACE ECO DEL BOXEO EN MARIN !

Con motivo de la próxima puesta en escena de la, posiblemente, primera velada anual de boxeo olímpico a celebrar en Galicia, la cabecera  hegemónica  gallega se incrusta en la memoria y comienzos del boxeador y profesor que será el artífice de esa velada a celebrar el próximo día 11 de febrero en el pabellón de A Cañota en Marín.

La redactora María Hermida de la delegación de La Voz en Pontevedra nos acerca desde los recuerdos de Aarón González Diz en primera persona, la historia de un grave accidente de circulación que desembocó y dio paso, a través de una larga y forzada convalecencia, a una vida de superación y éxito mediante el boxeo. Aquel niño de Marín al que un vehículo fracturó sus energías infantiles castigándole a sufrir postrado en silla de ruedas infinidad de intervenciones quirúrgicas en sus extremidades, es hoy un ya centenario competidor de boxeo al que su fuerza de voluntad y espíritu de superación han encumbrado hasta ser uno de los más laureados boxeadores gallegos de la última década.

A continuación me tomo la licencia de reproducir el trabajo periodístico que ocupó una de las página deportivas de la edición de La Voz para Pontevedra ( con el fin que los lectores de boxeodemedianoche  puedan conocer esta historia ),  ilustrando el buen trabajo informativo de María Hermida con la fotografía que Ramón Leiro incluyó en dicha información. A ambos mi gratitud por dedicar un poco de su tiempo al noble arte.

A mayores incluyo el  cartel de promoción de la velada de boxeo cuyo protocolo de organización ya está en marcha de cara a su celebración en A Cañota a partir de las 20:30 horas del 11 de febrero. 

EL ATROPELLO QUE HIZO QUE AARÓN CREYESE EN SI MISMO

María Hermida / La Voz de Galicia / Pontevedra
Aarón González aparcó su incapacidad transitoria a base de esfuerzo y superación. Foto de Ramón Leiro para La Voz de Galicia.

Aarón González aparcó su incapacidad transitoria a base de esfuerzo y superación. Foto de Ramón Leiro para La Voz de Galicia.

Decir que un boxeador aprende a golpes parece una frase hecha. Pero en el caso del marinense Aarón González, campeón de España de boxeo olímpico, no lo es. Fue un «gran golpe», como él lo define, el que le enseñó que en la vida no queda otra que luchar, que creer en uno mismo y mirar siempre hacia adelante. Ocurrió mucho antes de que se subiese al ring por primera vez y fue una historia dura, que no lo parece tanto porque Aarón la cuenta sin dramatizar, con un aplomo más acorde con una persona entrada en años que con el muchacho de 28 años que él es. La explica en el pabellón de A Raña, justo antes de comenzar un entrenamiento con sus compañeros del boxeo. Le llama a las cosas por su nombre. No usa anestesia para recordar el momento más triste de su vida. Y uno ni se atreve a preguntar. Solo acierta a dejarle hablar.

 Todo ocurrió un mediodía del mes de mayo, en 1999. Varios niños de Marín, entre ellos Aarón González, esperaban sentados en Mogor, como hacían cada día, el autobús que debía llevarlos al colegio de Seixo para las clases de la tarde. Pero no llegaron a subirse al autocar. Ni a ir a clases. Al menos no pudo ir Aarón. Ese mediodía, la charla de aquellos niños a pie de la carretera, sus bromas y chistes, se apagaron con un golpe seco. Un vehículo los arrolló y cuatro de los pequeños resultaron heridos. Aarón fue el que salió peor parado. El golpe que recibió fue de tal magnitud que le rompió las piernas y le ocasionó numerosas lesiones más. Tenía entonces diez años. Y sus piernas de deportista -jugaba al fútbol- quedaron confinadas a una silla de ruedas.Mientras comenzaba un largo periplo por los quirófanos -le operaron en treinta ocasiones-, Aarón, todavía un niño, descubrió las paradojas de eso que se llama humanidad. Por una parte, se enfrentó a un hecho: «El conductor no llegó a auxiliarnos. Dejó el coche allí, se marchó y mandó a un familiar. Tampoco nunca se preocupó por mí, no vino a verme ni me pidió disculpas», indica. Pero, por la otra, cuando abandonó el hospital, con su silla de ruedas, descubrió que no estaba solo: «Todos mis compañeros me arroparon, me ayudaron muchísimo, no me sentía solo. Y eso que fue duro porque, aunque iba mejorando, estuve más de dos años en silla de ruedas y luego me prohibieron totalmente hacer deporte. Pero yo empecé a convencerme de que, si quería, podía hacerlo. O al menos intentarlo. Y mis amigos me ayudaron mucho, tenían muchísima paciencia jugando conmigo para que no me lastimase», recuerda Aarón. Llegó un día que puso a prueba la paciencia de sus padres y, en contra de lo que le recomendaban una y otra vez los médicos, montó un equipo de fútbol sala, el Laberinto. Como no podía jugar, empezó a entrenar a sus compañeros. Pero el cuerpo le pedía más. Y, poco a poco, fue empezando a jugar. Al principio, lo hizo incluso con muletas. Luego, logró caminar solo. Correr… Hacer deporte otra vez. «Fue algo increíble, de hecho los médicos no se lo creían cuando se lo contaba», dice. La aventura del fútbol sala le duró hasta bien cumplidos los 17 años.«La Justicia fue recuperarme»Antes, a los 16, encaró otra batalla. Acudió al juicio en el que juzgaron al conductor que lo arrolló. Reconoce que tuvieron que agarrarlo. Uno se imagina que la vista fuese ahora mismo, con Aarón convertido en boxeador… Pero él se adelanta a la pregunta: «En aquel momento me agarraron, ahora mismo yo no le haría nada a esa persona. No me pareció justa la condena, me pareció muy poca cosa, pero en la vida no hay que tomarse la justicia por la mano. La vida ya pondrá a cada uno en su sitio, ya dará premios y castigos… mi justicia me llegó el día que me recuperé, el día que salí hacia adelante. Al final no fue más que un combate que tuve que luchar», señala mientras vuelve a llevar la mente a su adolescencia, a su época en el instituto Illa de Tambo. Porque fue allí donde vio un anuncio de clases de boxeo. Al principio, pensó que su traumatólogo se volvería loco solo con mencionarle la posibilidad de practicar boxeo. Pero luego se lo pensó… y decidió probar suerte. Le enganchó. Le enganchó de tal manera que fundó un club, entrenó y entrena… Y fue campeón de España de boxeo olímpico en 2015. Paralelamente, como si quisiera demostrarle a la vida que sí puede hacer todo el deporte que se le antoje, estudió Magisterio por Educación Física, primero en A Coruña y luego en Pontevedra. Y lleva varios años dando clases de gimnasia, así como de otras materias, en el colegio Inmaculada de Marín. Ahora mismo es tutor de cuarto. Dice que disfruta enseñando a los niños. Y cuenta que a veces le preguntan por el accidente que le cambió la vida. No le importa contarles lo que le ocurrió. Es más, confía en que a alguno le pueda servir su experiencia: «Les insisto en que hay que luchar siempre, que si uno está convencido de que puede tiene que ir a por todas, que por muchos atrancos que haya nunca se puede perder la fuerza de voluntad ni las ganas de luchar», explica.Luego, mientras sus compañeros ya sudan la gota gorda y él aún no ha empezado a entrenar, se ríe cuando se le pregunta si la novia a la que conoció entrenando sigue siendo novia y boxeadora. «Sí, las dos cosas, está ahí dentro», indica. Con ella le gusta viajar. O soñar. Y seguir aplicando su máxima: «Pueden los que creen que pueden». Pues eso.

Nueve combates para iniciar el curso el 11 de febrero en Marín

 La Voz de Galicia / Redación Pontevedra

Cartel que promociona la velada del inicio del curso boxístico en A Cañota de Marín.

Cartel que promociona la velada del inicio del curso boxístico en A Cañota de Marín.

 El equipo marinense de boxeo Team Thunder organizará en el pabellón de A Cañota el próximo 11 de febrero una velada con, al menos, nueve boxeadores y otros tantos combates con la que darán la bienvenida a la nueva temporada. Abel Ferreira, Javi Amoedo, Alberto Rosales, Adrián Fumero, Ricardo «Boom Boom» Herrero, Alba Pedrosa, Aarón «The Thunder» González, Kike García o J. Martínez «La Sombra», son algunos de los nombres confirmados para esta sesión de boxeo que tendrá como aperitivo un seminario técnico con uno de los mejores boxeadores del panorama nacional, Sandor Martín «Arrasandor».Una clase maestra cuyo aforo es limitado, por lo que los interesados deben reservar plaza a través de la pagina de Facebook del Team Thunder. Las entradas para la velada, por valor de 10 euros, están ya a la venta.

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