¡ LA VOZ, SE HACE ECO DE LOS NUEVOS VALORES DEL BOXEO GALLEGO !

Tanto el pasado domingo, en la edición de Barbanza que dirige Ramón Ares Noal, como en la edición de general de hoy, el diario hegemónico de Galicia se hace eco de algunos de los nuevos valores surgidos en el  boxeo gallego y que acaban de explosionar con la obtención de importantes metales en los pasados Campeonatos de España.

Así, desde Ribeira en un reportaje de Alberto Sevilla, ilustrado con foto de Carmela Queijeiro, La Voz de Galicia homenajea al gran éxito cosechado por el alumno de La Escuela de Boxeo El Canario Rubén Pérez Rial. Y en otro espléndido reportaje elaborado por Miguel Varela y Pablo Gómez con foto de Iria Vilas, la misma cabecera gallega, nos permite conocer dos sagas familiares dedicadas al boxeo. A todos estos excompañeros míos de La Voz de Galicia, al que hay que añadir al delegado de La Voz en  Santiago Ignacio Carballo por su interés en estos reportages, mi más sincero agradecimiento por la difusión que hacen del boxeo gallego. 

Esto, que a continuación sigue, son los magníficos enfoques que sobre las promesas del boxeo gallego, hacen los redactores Pablo Gómez, Miguel Varela y Alberto Sevilla.

 Muchos desconocen que el boxeo es un deporte donde el respeto mutuo y los lazos generados suponen su mayor sustento. Y no hay mayor unión que la que se establece en una familia de púgiles. Los Ayude y los Mendes son la mejor prueba de ello. Entre ambos sumaron dos medallas de oro y una de plata al palmarés gallego en los Campeonatos de España de Boxeo. La inquietud deportiva de los jóvenes talentos de ambas familias proviene de la de sus progenitores y todos coinciden en que «el esfuerzo personal» es la cualidad que les hace amar el cuadrilátero.

El co-autor del reportaje Miguel Varela (izda) con José, Cora y Arón Ayude.

El co-autor del reportaje Miguel Varela (izda) con José, Cora y Arón Ayude.

José Ayude abandonó la competición para fundar la Escuela Ayude en 1995 (en Melide desde un año más tarde) con el nacimiento de su primera hija, Cora. Después llegaron Arón y Nahum. En la actualidad, entrena a los tres, junto a otros muchos jóvenes. «Cuando eres el entrenador de tus hijos conoces todo el sacrificio y esfuerzo que han hecho para llegar ahí y eso es lo más importante», afirma orgulloso.

«Mi padre nos puso los guantes antes de empezar a caminar», bromea Arón, de 18 años, una de las mayores promesas del combate gallego. «Probé varios deportes pero boxear fue lo que siempre me gustó. Me ha llevado siempre a superarme y a conocer a mucha gente que vale la pena», comenta restando importancia a su palmarés deportivo.

Su hermana Cora, dos años mayor, comenta que «una plata solo sirve para motivarme a mí misma a conseguir el próximo oro», buena prueba del carácter competitivo y ganador transmitido por su padre y su madre Marta, cinturón negro de kung-fu y profesora de taichí.

El miembro más pequeño de la familia, Nahum, también aspira a seguir el camino de sus hermanos y ya comienza a despuntar en las categorías para los púgiles más jóvenes. Mientras que los hermanos mayores confiesan su deseo de compaginar su carrera con las clases a los chicos que se apuntan a la escuela, el más joven añade un objetivo más ambicioso. «Me gustaría ir a los Juegos Olímpicos», sentencia.

Con una historia similar, Miguel y Estefanía Mendes (del PlanaxBox) componen una de las duplas más prometedoras del panorama pugilístico en la actualidad. Su padre, originario de Cabo Verde y boxeador aficionado, fue la semilla que implantó en ellos las ganas de combatir. «Desde pequeños bromeaba con nosotros y nos enseñaba técnicas de deportes de combate», explican, añadiendo que «él está encantado con lo que hacemos».

Estefania y Miguel Mendes.

Estefania y Miguel Mendes.

Un apoyo mutuo

Su entrenador no pensaba que Fani, apodada Laqui (de Lacasito) por su carácter dulce, podría llegar a pelear. Sin embargo su testarudez le llevó a subirse al ring y a progresar hasta ser campeona de España. Y lo hizo motivada por los consejos de su hermano, que había debutado meses atrás. «En mi primer combate estaba muy nervioso, pero lo más importante era que mi hermana fuera a verme», confiesa un Miguel que ganó ese combate y todos los que ha disputado hasta la fecha, con excepción de la final del último Campeonato Gallego.

Recomiendan a cualquiera que no esté familiarizado con la práctica del boxeo que lo pruebe, porque «el ambiente que se vive en un gimnasio es mucho mejor del que se presupone previamente».

Unas trayectorias cortas pero plagadas de éxitos nacionales e internacionales

La juventud que caracteriza a los competidores de ambas familias no ha sido impedimento para que hayan obtenido grandes éxitos a lo largo de sus cortas carreras.

La hermana mayor de la familia Ayude, fue medalla de plata en el último campeonato de España tras un gran torneo en el que solo el buen hacer de la también gallega Daiane Ferreira, le privó de subirse a lo más alto del podio. Hasta la fecha, ha representado a España y obtenido medallas en un campeonato mundial (de kickboxing), siendo la primera luchadora gallega en alcanzar una victoria de este prestigio.

Su hermano Arón, si consiguió obtener la medalla de oro en el último Campeonato de España de boxeo, tras superar contundentemente a todos sus rivales. Del mismo modo que Cora, también ha sido condecorado con medalla en diferentes campeonatos de Europa y Mundiales en diferentes modalidades de combate. También es uno de los primeros luchadores en obtener la acreditación de Deportista de Alto Nivel.

El púgil Miguel Mendes explica que, comenzó a competir sin «estar demasiado convencido de sus posibilidades». Sin embargo, hasta la fecha ostenta un balance deportivo de triunfos prácticamente inmaculado, cuyo único tropiezo llegó en la final del Campeonato Gallego. Se vio privado de competir en el último campeonato de España por motivos laborales, pero afirma que su principal meta en la actualidad es entrenarse para conquistarlo el año próximo.

Por su parte, Estefanía ha logrado grandes éxitos pese al poco tiempo que lleva entrenando y compitiendo. Pese a que en sus inicios le impresionaba «la idea de subir a un ring» y que «pudieran golpearla», ha logrado alzarse con las dos últimas ediciones del Campeonato Gallego y obtuvo el oro en el campeonato de España disputado este mes en los cuadriláteros del pabellón coruñés de Novo Mesoiro.

Un récord familiar

La familia Ayude también cuenta con la particular distinción de ser la primera en la que tres miembros de la misma consiguen subirse al podio en una misma competición, en un Campeonato de España de cualquier modalidad. José (campeón en la sección de veteranos), Arón (oro) y Nahum (plata) lo consiguieron el año pasado en la modalidad de kickboxing

Rubén Pérez (Ribeira, 1999) comenzó a boxear hace un año y cuatro meses. Recuerda vivamente su primer entrenamiento. Esos tímidos puñetazos al saco cambiaron su vida. Reconoce que nunca llegó a pensar en que podría subirse a un ring, mucho menos que el árbitro levantase su brazo para señalar que él había ganado el combate. El destino escribió una historia completamente diferente a la que tenía en mente y el pasado fin de semana se convirtió en el subcampeón de España de menos de 67 kilos.

«Gústame este deporte dende que era pequeno. Sempre vía os torneos que botaban pola televisión. Nunca pensei que podería boxear, pero cando me dixeron que tiña a posibilidade de aprender en Ribeira metinme sen dubidalo», afirma Pérez, quien se puso al momento bajo la tutela de Israel Benítez, El Canario. «Es un muy humilde y un currante. Tiene una altura muy buena y pega muy duro». El técnico desgrana al joven con un par de pinceladas.

El primer combate de Rubén Pérez fue en Cerceda. Perdió, pero allí comenzó a forjarse su nombre sobre el ring: «Estaba moi tenso, fixen o que puiden». Reconoce que en el cuadrilátero se evade y deja de pensar. Su único objetivo es pegar lo más fuerte posible. «Lleva poco tiempo boxeando, pero ya acumula diez combates. Dio un salto de calidad hace unos meses en Padrón. Le tocó enfrentarse al favorito, mucho más veterano que él. Sabíamos que era casi imposible pasar, pero aguantó. Al instante pensé que si seguía entrenando podría conseguir grandes cosas», confiesa El Canario.

Rubén Pérez Rial, en la foto de Carmela Queijeiro que ilustra el reportaje de La Voz.

Rubén Pérez Rial, en la foto de Carmela Queijeiro que ilustra el reportaje de La Voz.

 La senda del campeón

Su entrenador ya está preparando la próxima temporada y reconoce que el futuro de Rubén pasa por el compromiso con los guantes. «Está muy motivado, quiere seguir entrenando. El año que viene intentaremos alzar el Campeonato Gallego y conseguir una plaza para el nacional. Si aguanta, seguirá mejorando, es joven y le falta experiencia sobre el ring, pero cogeremos todos los combates que podamos a partir del próximo mes».

Vecino de Palmeira, a sus 17 años habla tranquilo y confiado: «Teño moitas ganas de seguir superándome e acadar metas. Este deporte encántame e gustaríame chegar a ser campión de España». El camino se lo marca su máximo ídolo, el puertorriqueño Miguel Coto:«Destaca pola súa valentía, fixo tódolos combates que lle saíron e é moi técnico. Aspecto no que eu tamén teño que mellorar».

 Talento natural

El Canario puntualiza lo que él considera el boxeador ideal: «Tienes que tener talento natural, pero lo realmente clave es que seas muy trabajador y que sepas sufrir. Este es un deporte muy duro. Hay días que subes al ring y te sientes en perfecto estado, sabes que lo has trabajado muchísimo, que llegas en un gran momento, pero terminas en la lona. En ese momento es cuando necesitas seguir creyendo en ti». Confiesa que Rubén Pérez tiene buena parte de esto, aunque debe seguir esforzándose para forjarse un nombre en Galicia.

El técnico ha visto a decenas de chavales repletos de talento que al final no han llegado a nada: «En esta tierra hay futuro, pero hay boxeadores que se llevan el Campeonato Gallego, luego pierden un día y dejan el deporte». Ante esta actitud, confiesa que solo queda la perseverancia para seguir adelante: «Es determinante. No es sencillo ver a tus amigos de fiesta y tener que volver a casa para entrenar mañana». Rubén Pérez lo tiene claro. Él seguirá, quiere superarse, quemar etapas. Para lograrlo, seguirá pegando duro.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.