EL PENAL DE TEIXEIRO ACOGE UNA VELADA CON COMBATE PROFESIONAL DE CACHORRO FERREIRO. b

   

Imagen dorsal del trofeo de barro cocido, hecho por los internos de los distintos módulos del Penal de Teixeiro. Foto Cachorro

«Día histórico». Así calificó el interno del Penal de Teixeiro que ofició de speaker durante la velada de boxeo celebrada ayer, viernes 12, en el pabellón deportivo del Centro. La primera vez en la historia del Penal que se celebró un combate de boxeo profesional. El campeón de España ( se retiraría como tri-campeón ) de los supermedios, Jesús «Cachorro» Ferreiro pone la marca como hito histórico al ser protagonista, junto con el portugués Nuno Lagarta, del singular episodio acaecido en el recinto penitenciario.

La entrega de trofeos como homenaje a la desinteresada colaboración con el Penal de Jesús Ferreiro y Carlos Vilariño, «alma mater de la escuela de boxeo del Penal» ( así lo describió el anunciador ) consistente en un artístico guante de barro sobre el centro de un cuadrilátero, elaborado por los internos de los distintos módulos  del Centro, prologó el evento deportivo que contó con la presencia de unos trescientos animosos espectadores internos agrupados, por sexos, en las bancadas del polideportivo.

Y reclamados al cuadrilátero por el presentador del evento, subieron a la lona del cuadrilátero, el boxeador Nauman Chaudhary y el interno Dragus Alhillo de la escuela de Boxeo del Centro de Teixeiro dirigido por Carlos Vilariño. El púgil local empezó muy fuerte, animado por los internos presentes, poniendo las cosas difíciles al pupilo de Chano, pero a partir del último minuto del primer asalto, durante todo el segundo round y lo que duró el tercero hasta la interrupción arbitral, Nauman Kangal impuso su superioridad infligiendo a su rival tres cuentas de protección, ante lo que el árbitro detuvo el combate declarando al interno perdedor por ko técnico

Prosiguió un combate de boxeo femenino que enardeció a las internas que ocupaban la grada lateral de jueces que   no dejaron de animar a la boxeadora del penal Monica Sminkoa, que bien aleccionada desde el rincón azul por Vilariño se impuso, en un excelente combate, a Alba Fagíl, después de los cuatro asaltos reglamentarios.

 En tercer lugar se ofició un combate de revancha sobre otro acaecido anteriormente en la localidad de Arteixo. Carlos Vilariño del Ludus Box dirigió la subida al cuadrilátero de su pupilo David La Perla para tratar de enmendar su anterior derrota ante Roi Cubeiro. El combate no desmereció del anterior celebrado por los mismos gladiadores, y tuvo fases de boxeo preciosista y de ortodoxia impropia de púgiles tan noveles, los cuales ofrecieron un gran combate que se dilucidó con la victoria a los puntos de Roi Cubeiro.

La apoteosis de los internos que abarrotaron las gradas del polideportivo, llegó con la llamada al ring del ídolo local Vitali Marin fuertísimo peleador de La escuela del Penal, que subió a la lona para su enfrentamiento con el flamante campeón gallego Élite, Omar Makran del gimnasio Xan Pérez de Lugo  dirigido por el otrora boxeador lucense Miki Sánchez. El combate de dominio alterno e investido, por momentos, de la espectacularidad que conlleva los enfrentamientos de pesos altos, discurrió emocionante entre la agilidad técnica de Omar  y la explosiva acometividad de Vitali  acompañado siempre de los ánimos de la grada a su boxeador, que al final de los tres asaltos fue declarado perdedor por puntos entre las protestas de los espectadores locales.

 Y ya en el estelar, que marcó una efeméride en la historia del Centro Penitenciario, Jesús «Cachorro» Ferreiro tuvo una piedra ( y nunca mejor definido ) de toque en el duro y marrullero boxeador portugués Nuno Lagarta, quien ya en el primer asalto produjo un corte en la ceja izquierda de Cachorro tras un impacto con  la cabeza. El combate duro y por momentos con tintes callejeros introducidos por las irregularidades del peleador luso, gustaba a los espectadores que veían asombrados como los potentes golpes del campeón español amenazaban con poner al portugués definitivamente en la lona tras la cuenta de protección del primer round. Pero el portugués poseía una cualidad de encaje asombrosa, pues se tragó manos clarísimamente nítidas que hubieran dado en la lona con cualquier otro que no fuera el rocoso luso. Al final, no sin antes observar dos amonestaciones del árbitro de la contienda, el campeón español fue declarado vencedor por unanimidad.

La velada que constituyó un éxito de espectáculo deportivo, estuvo organizada por el Centro Penitenciario de Teixeiro y dirigida por los jueces árbitros Manuel Suárez y Javier Vázquez y contó con la asistencia médica de Alex Mejuto

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