SANTI ALONSO: EL CHACAL OLÍVICO QUE RESURGIÓ CUAL FÉNIX BOXÍSTICO DE LAS TRES INTERVECIONES QUIRÚRGICAS EN SU MANO IZQUIERDA

Resiliente y convencido, » gracias a mi hija Hanna » que le animó a volver a entrenar Santi «Chacal» Alonso ( julio de 1987 ) compuso una alegoría a la superación personal y resurgió, cual ave Fénix boxístico, después de haber sufrido 3 intervenciones quirúrgicas en su mano izquierda.

» Ya llovió mucho «, comenta el aguerrido pupilo del Club Deportivo Sagabox, » desde que empecé en el boxeo con el hijo y sobrino de Antonio Rebouras. Era la época en la que destacaban en Vigo muchos y muy buenos boxeadores amateurs de la talla de Copero, Martín Munín, Alberto Fernández y después, a nivel profesional, Jorge Araujo «.

Recuerda con nostalgia su debut en Soutomaior, «fue contra Aaron González, cuando el ya tenia trece combates. Aun lo tengo grabado, y cada vez que lo veo me emociono, ja, ja«.

El Chacal olívico conoce la subjetividad y la dificultad del deporte que practica, y al indagar sobre el triunfo que más le satisfizo, no duda en responder que le supo a miel el triunfo «contra Borja Nogueira en Miño, porque veníamos de unos combates muy duros, con resultados un poco injustos desde mi punto de vista» aunque reconoce que los árbitros también lo tienen difícil. «Sé lo muy complicado que resulta arbitrar«, apostilla el discípulo del Sagabox.

El lado más amargo de la derrota confiesa que lo encontró frente a «Luciano Vila en la final de un campeonato gallego, en el Pabellón Oscar Pereiro de Mos. Habíamos combatido con anterioridad, dentro de la modalidad neo-profesional, en Bouzas, donde me había ganado con mucha solvencia. Sin embargo, cuando llegamos a la final del Campeonato Gallego contra él, estuvimos trabajando muy duro, y bajo mi punto de vista, creo que el trabajo salió bien y pienso que el resultado no reflejó lo que se vio sobre el ring«.

Fue su entrenador, Rafa Gil, el que le bautizó con su nombre de combate Chacal, » cuando estábamos en la época de Cristian «Dandy» González, el cual era muy talentoso, y yo como soy mas robusto y agresivo, me puso: Chacal «.

Hace tiempo me informaron de su paso al profesionalismo. Supuse que el tiempo del covid se había echado por tierra esa posibilidad, pero él mismo me cuenta que «más que la pandemia, fueron las tres operaciones que sufrí en la mano izquierda, después con la pandemia todo se agravó. Pero, aunque pensaba que no iba volver a subir al ring como boxeador, gracias a mi hija Hanna que me animó a volver a entrenar, lo conseguí. Y ahora nos lo pasamos muy bien, entrenando juntos y en las veladas animándome a tope«.

Le pregunto si, con toda la experiencia que lleva acumulada, las horas previas a un combate se convierte en rutina para él, y asegura que «yo creo que cuando pierda esos momentos dejare de competir, porque esos nervios previos al combate, son los que te hacen sentir ilusión y alegría«.

Dice que sobre su oponente del próximo sábado día 2 en In Legantum » sabemos poco de él, pero como todo boxeador luso, suelen ser fuertes y competitivos «.

Al apercibirle que, ante la mirada de los seguidores y amigos que le animarán no le queda otra alternativa que buscar el triunfo, finaliza diciendo que: «yo, los combates tanto sean en casa como fuera salgo a ganar, y a darlo todo en el ring. Me entreno como si no hubiera un mañana, porque no me gusta perder, aunque soy consciente que la derrota forma parte del juego del boxeo, y no podemos ganar los dos«.

Foto cedida por Santi Alonso

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