El invicto púgil del barrio de la Piringalla, que mantuvo durante su periodo competitivo un fenomenal bagaje de 10 – 0 – 1,  hizo un polémico combate nulo con el asturiano Punky Iglesias en su primer intento de alcanzar un título español. Cerca de tres mil espectadores abarrotaron el Palacio de los Deportes de la ciudad amurallada de Lucus Augusta.

Repitió récord de asistencia en la segunda oportunidad que dispuso para alcanzar el cinturón nacional de la considerada división reina del Boxeo, ante el madrileño Pérez Salido, al que derrotó por decisión unánime.

En la etapa de preparación que estaba llevando a cabo con vistas a defender su corona, el boxeador de Miki Sánchez fue protagonista, junto con Arturo Tomás Gómez, de una dramática sesión de guantes en la cual el boxeador de Albacete sufrió una conmoción cerebral. Afortunadamente todo quedó como un susto pasajero.

Pero este dramático suceso puso al mínimo el nivel anímico de «O Piña», quien determinó que no se encontraba emocionalmente apto para seguir compitiendo. Lo ocurrido determinó la suspensión de la disputa del título nacional planificada para un día 20 de octubre en el Palacio de Deportes de Lugo.

Desde entonces, no ha vuelto a subir a los cuadriláteros en los que hizo historia al convertirse en el primer lucense campeón nacional aficionado de la mano de José Luis Álvarez en el año 2007, y volvió a marcar un nuevo hito histórico, esta vez bajo la dirección de Miki Sánchez, al convertirse en el primer oriundo de la comarca de Terrra Cha en conseguir la corona de la división reina del boxeo español en el 2016.

Sí, ha vuelto a los entrenamientos, pero no como competidor, sino como maestro de nuevos competidores.

Una vez que la inepta clase política que nos ha tocado sufrir aprenda a solucionar los problemas de la pandemia que nos asola, el técnico del barrio lucense de la Piringalla, retomará los entrenamientos para compaginar su trabajo en Ingapan, con «el proyecto de formar a varios Piñas. Es lo que realmente me gustaría hacer, trabajar con niños e inculcarles los valores que a mí me enseñó el Boxeo», según declaró a un medio de información general, el doble rey boxístico de España que abdicó emocionalmente de la competición.